Capítulo 8

Liverpool, 12 de julio de 1957

12:15 pm

Sara y Olivia que conocían muy bien a Paul estuvieron atormentándome toda la mañana. Decían cosas tipo: “Desde que los vi bailando juntos vi algo especial en ustedes dos”, “Paul es uno de los chicos más lindos de acá, no lo dejes ir”, “Es muy caballero, pero muy mujeriego”. Mientras esperaba a Paul lo ultimo que me habían dicho me retumbaba en la cabeza. No quería hacerme ilusiones, en realidad, no sé porque estaba pensando en algún tipo de ilusión, la verdad es que Paul todavía no me había dicho absolutamente nada como para pensar que quería algo conmigo. Y si solamente le caí bien, y quiere ser mi amigo? Puede ser, el punto es que sea lo que sea que pase hoy, me conformo con ser su amiga.

-Sos muy pensativa, sabias?

-Pienso y luego existo, dicen por ahí…

-Es una buena frase para mi próxima canción

-Paul, esa frase ya está quemada.

-Era una broma. Vamos?- y así nos fuimos. Caminábamos en dirección a nuestras casas. Paul no me había dicho a donde íbamos a ir, así que yo solamente lo seguía, mientras lo escuchaba hablar- te lo juro, tenes que conocer a George, hace ese tipo de cosas, es muy gracioso.

-Y a John. Y a todo The Quarrymen- reí.

-Te voy a invitar cuando empecemos a tocar. Falta ajustar algunas cosas sobre la banda.

-John tiene carisma, les va a ir bien- y definitivamente Paul me estaba llevando en dirección a nuestras casas. Pero el punto es que frenamos en la suya y entramos.

-Mike y Jim no están, fueron a visitar unos familiares nuestros. Así que pensé en que podíamos venir acá. Esta bien?

-Está perfecto- me invitó a tomar asiento en los sillones. Mientras dejaba sus cosas sobre la mesa.

-Espero que te guste lo que voy a hacer, a veces cocino y mi papá dice que me sale bien- no pude no reírme ante tal confesión, me había parecido muy tierno. Lo ayudé a preparar la mesa y cuando el terminó de cocinar las pastas nos sentamos a comer. Y ahora se venia el momento crítico: comer. Yo no soy ninguna señorita, ninguna lady, entonces, es la primera vez que estoy con un chico que realmente me pone incomoda, como se supone que voy a poder comer bien y tranquila sin que su mirada me ponga nerviosa… como siempre- dale, tenes que comer. Lo hice para vos.

-Gracias…- Y bueno, lo probé. Intentaba ser lo más educada posible mientras lo escuchaba hablar. Era increíble como una persona podía hablar y preguntar tanto. Pero me encantaba- en realidad, nos vinimos acá porque mis papás se separaron.

-Beatrice me había contado algo sobre eso. Lo bueno es que acá están mejor.

-Mucho mejor, aparte la gente es muy cálida-  nuestros silencios eran eternos y yo estoy rogando para que no me pregunte sobre la razón de la separación de mis papás. Odio hablar de eso, cada vez que tengo que hablar del tema una tristeza inmensa me invade… la imagen en mi cabeza del momento donde encontré a mi papá con esa mujer. Es necesario meterte con alguien casado? Que tiene una familia? Lo dudo, si las personas se dieran cuenta de que hay cosas más importantes en esta vida, todo sería distinto. 

Después de comer fuimos al cuarto de Paul. Agarró su guitarra y comenzó a improvisar algunos acordes.

-Hoy John va a conocer a George, el es muy bueno, tiene que estar en la banda.

-Si es muy bueno no veo el problema- me senté al lado de Paul sobre su cama

-El problema es que tiene 14 años- decía mientras miraba su guitarra.

-Eso lo explica todo… pero por lo que pude observar el otro día no son muy buenos que digamos, creo que con tu ayuda y la de George pueden ser mejor

-Nunca dejas de tener razón?- me dijo con mucha dulzura y me sonrojé. Me dio un beso en la mejilla (♥) y siguió tocando- el regalo es una canción, pero todavía no la terminé, vas a tener que esperar un poco…

-Está bien, voy a esperar hasta la inspiración te llegue…- Habíamos hablado de todo, desde nuestros gustos de música hasta inclusive la segunda guerra mundial, Paul podía hablar de cualquier cosa y no dejaba de ser divertido por nada del mundo. Me invitó a acostarme en su cama, mientras él seguía tocando la guitarra acostado al lado mío. Y me había quedado profundamente dormida. 

Me desperté y Paul tenia apoyada su cabeza en mis hombros... estaba dormido. Tenía mucha sed, así que sin molestarlo me levante y bajé a la cocina. Me serví un vaso de agua y cuando estaba por tomarlo tocaron la puerta…