Liverpool, 4 de Noviembre de
1957
La cosa es así, me encantaba Paul McCartney y
eso era obvio, pero… no había pasado nada todavía, capaz era porque nunca
insinué nada. Pero esta era la noche clave
donde al fin se definiría que iba a ser de nosotros dos.
Estaba esperando que Sara me
pase a buscar para poder ir las dos juntas. Una vez que lo hizo nos dirigimos
hacia el famoso lugar. Esta vez la cosa era más seria, al entrar dimos nuestros
nombres y apellido y nos designaron una mesa donde también estaban ubicados los
chicos.
Al llegar encontramos a Olivia
con su pareja.
-Al fin llegan!
-No tardamos nada exagerada.
-Ja, les presento a Harry- lo
saludamos muy cordialmente y nos sentamos
-Y los chicos? –preguntó Sara
-Están cerca del escenario o
algo así, en cualquier momento empieza el concurso.
El ambiente estaba muy
tranquilo, la música, la gente. Me sentía muy ansiosa por ver a Paul, con ganas
de bailar y reírme un rato con él.
George se acercó a la mesa y
nos pidió que vayamos cerca del escenario así los alentábamos gritando cosas
poniéndonos en el papel de las groupies enfermas de amor. Y eso hicimos. Los
chicos estuvieron excelente, Paul era tan distinto cuando estaba arriba del
escenario, con esa sonrisa, ese ánimo y esa simpatía inigualables.
Al ritmo del resto de las
bandas que concursaban decidimos bailar.
-Me encantó!
-Estuvimos mejor que la vez
pasada. Te vi contenta y feliz
-Es que no podía creer en la
persona que te convertiste estando ahí arriba, sos genial Paul.
-Vos sos genial- me tomó de la
mano y me llevo al patio, prendió su cigarrillo y se quedó mirando las
estrellas- sabias que sos muy linda?- no sacaba la mirada del cielo.
-Qué exagerado- reí
-De verdad Elise, me gustas
mucho.
-Ay Paul, vos a mi también,
pero…- me interrumpió
-No! Pero nada, si dos
personas se quieren y se gustan no hay ni existe el pero.
-Siempre sos así de exagerado?
Quería decirte que no sabía si vos también me querías -Te quiero, y mucho- se acercó
a mi y los nervios se apoderaban de todo mi ser.
Y así fue, como Paul apoyó sus
labios contra los míos y nos dimos nuestro primer beso. Sus labios eran tan
cálidos, y derrochaban tanta ternura que me terminé de enamorar.
Oh por todos los cielos!!!! Se besaron, be-sa-rooon Paul al fin fue al grano :)
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